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La gran Sinagoga de Florencia

La vista de Florencia es muy particular, y se reconoce facilmente por todo el mundo. La enorme cúpula de Brunelleschi sobresale entre los techos de tejas rojas, junto al campanario de Giotto, la torre del Palazzo Vecchio y su río Arno y al famoso perfil del Ponte Vecchio.
Desde el punto de vista panorámico del Piazzale Michelagelo es posible ver Florencia en toda su gloria y admirar todos los monumentos en una sola mirada. Entre estos, se nota otra estructrua similar a una iglesia, construida con piedra blanca y con una cúpula verde, seguramente llama la atención.
Es una arquitectura muy singular para Florencia, y no tiene nada que ver con las estructuras medievales o renacentistas por las que es famosa la ciudad.
Es la gran sinagoga de Florencia o “Templo Mayor Israelí”, construida entre el 1874 y 1882, después de que David Levi, Presidente de la Universidad Hebrea, hubiera dejado en herencia sus posesiones para construir una nueva sinagoga en Florencia, como símbolo de la nueva situación de libertad conseguida por la emancipación hebrea.
La comunidad hebrea en Florencia tiene una historia que data de la época medieval, una historia que se puede conocer, desde sus orígenes en el Museo, que se encuentra en el interior de la sinagoga, y tiene dos pisos.
Durante la segunda guerra mundial, los soldados nazistas usaron la sinagoga como una bodega y por poco la destruyen en 1944, poniendo una serie de explosivos. Gracias a la intervención de los soldados de la resistencia italiana, que lograron retirar la mayor parte de los explosivos, limitando así los daños a la estructura.
Tenemos que agradecer a esos valientes combatientes, porque lamentaríamos inmensamente no poder admirar semejante ejemplo de esplendor oriental en nuestra ciudad.
Es característica de esta arquitectura el uso de una mezcla de estilos diversos. Travertino blanco y piedra rosa, típicos del estilo morisco, se combinan con los elementos románicos de la tradición florentina, como la partición y el cromatismo de las fachadas y la planta central. Elementos decorativos y muebles como bancas, lámparas de bronce, vidrios policromados y puertas de madera, son producto de la artesanía florentina, mientras influencias árabes y bizantinas son prominentes en las decoraciones de las paredes, realizadas con mosaicos y formas geométricas policromáticas.
Sin duda una rara demostración de eclecticismo en Florencia, que de todas formas respeta todavía los elementos tipológicos de la sinagoga: el matroneo para la separación de los fieles por género, el Arca Sagrada, dirigida hacia el Este que contiene los rollos sagrados de la Torá y el púlpito desde donde el rabino recita las oraciones.
Detrás de espléndidos canceles de hierro y cubierta por un jardín lleno de plantas exóticas, es una joya incrustada en el corazón de Florencia y una de las sinagogas más grandes de Europa centro-meridional. ¡Agréguenla a su lista de deseos!

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